lunes, 7 de mayo de 2018

¿Por qué no jugando?

La ortografía y la semántica son dos aspectos muy importantes para adquirir una de las competencias necesarias para Lengua Castellana: escribir correctamente.
No tiene sentido la enseñanza actual de los colegios basada en memorizar reglas y dejando apartado uno de los conceptos más importante para llegar a adquirir la ortografía y semántica de manera adecuada: contextualizarlo. 

Durante mi etapa escolar, la semántica era la eterna olvidada. Ahora sé que era un error de denominación en el libro de texto y los maestros no lo denominaban como debían. Por otro lado, el aprendizaje de ortografía se basaba en aprender de memoria reglas y realizar dictados incansables que solo me producían desmotivación y rechazo.
Tuve suerte y conforme fui creciendo desarrollé un gusto por las letras, y escribir bien para mí era algo fundamental. Sinceramente, no sé por qué pero era algo que se me daba bien, estaba siendo consciente de ello, y quería exprimirme al máximo. Y hasta hoy.

Para esta actividad voy a romper todos los esquemas mentales que he tenido siempre sobre cómo aprender ortografía y semántica y voy a realizarlo como es debido. Tengo que decir que estoy bastante motivada porque la mayoría de las actividades por no decir todas, son nuevas para mí y han despertado un interés y deseo inmediato de llevarlas a cabo pronto debido al componente lúdico que acogen. Por eso mismo, procedo a plantearlas para que, en un futuro, a pesar de los imprevistos que se puedan generar, salga lo mejor posible y los niños se diviertan a la par que aprendan. Estos aprendizajes son, desde mi punto de vista, los más significativos.


ORTOGRAFÍA

Para la ortografía he tenido varias dudas por cuál de las actividades realizar pero tras la previa lectura junto a la explicación en clase, me he decantado por una que me encantó presenciarla durante el desarrollo del temario en el aula: el abedibujario. ¡Me parecio genial! Visual, directo, fomentando un aprendizaje relacional… Me conquistó. 
El abedibujario consiste en que cada niño de manera personal y autónoma dibuje un objeto de referencia en la letra que plantea el problema. Echando la vista atrás, ahora entiendo el porqué de tantas láminas pegadas en las paredes de clase con esta técnica. Sin embargo, el abedibujario ya venía hecho, algo que desde mi punto de vista mucho sentido no tenía. El hecho de, en primer lugar escribir la palabra correctamente, además de darle protagonismo y responsabilidad al niño hace que interiorice de forma pasiva la ortografía que corresponde a esa letra. Posteriormente, pensar qué dibujar mirándola y cómo dibujar, sigue incidiendo paulatinamente en trabajar la ortografía. Está trabajándola sin darse cuenta y disfrutándola. 

He decidido realizarla en el curso de 4º de primaria, porque en este momento los niños ya tienen adquirida una base y suelen presentar problemas con la adquisición de algunas terminologías y su propia escritura. Además, comienzan a querer ser más independientes y responsables a la par que comienzan a establecer vínculos sociales fuertes. Por esto mismo creo que presentarles una actividad la cual tienen que personalizar y ser creativos, junto a compartir estrategias y aprender unos de otros, considero que es acorde a su momento evolutivo. 

Creo sinceramente que esta actividad, al implicar no solo el área de Lengua Castellana sino que introduce mediante dibujo un elemento extra, activa la motivación de los niños para propiciar una actividad acorde a los objetivos que pretendemos adquirir.
La planificación de la actividad se dividirá en tres partes quedando de la siguiente forma: preparación, puesta en práctica y evaluación. Para cada una de estas partes debemos tener en cuenta diversos aspectos que iré desarrollando a lo largo de esta entrada. Una vez introducida la actividad, procedo a desarrollar el proceso de trabajo:

PREPARACIÓN 

En la preparación de la actividad encontramos tres momentos claves: planteamiento de objetivos específicos, preparación del material y pensar cuál es la mejor forma de llevarla a cabo. 

1.     Objetivos específicos

·     Fomentar la motivación en actividades de ortografía. 
·     Adquirir la ortografía correcta de la palabra que presenta dificultad.
·     Desarrollar la creatividad del alumno.

2.    Materiales
·      Folio blanco.
·      Lápiz y goma.
·      Rotuladores, ceras, pinturas acuarela.
·      Pegamento.
·      Tijeras.
·      Adornos para decorar su palabra (purpurina, ojitos, estrellas…)

3.    Cómo llevarla a cabo

Partiendo de la base de la edad y momento evolutivo de los alumnos de mi clase, debo tener en cuenta diferentes consideraciones:
En primer lugar, dejar al niño autonomía para que se desarrolle correctamente. Por mucho que el alumno diga que no sabe dibujar, que él mismo encuentre una forma de realizarlo personalizándolo, llevándolo a su campo. Intentaré ser guía para hacerles comprender la importancia de que ellos mismos se busquen y personalicen su abedibujario. No es lógico ni creativo que todos hagan lo mismo, se debe fomentar la creatividad. Les enseñaré varios ejemplos para que vean cómo diferentes estilos son perfectamente igual de válidos siempre y cuando la palabra esté escrita correctamente. Esa será la única regla.

Cada alumno irá desarrollando su abedibujario de forma individualizada, pero pueden trabajar en grupos para fomentar un aprendizaje cooperativo y así ver cómo lo desarrollan sus compañeros. Es importante que vean las diferentes formas de trabajar para alcanzar un mismo fin.

PUESTA EN PRÁCTICA

En primer lugar, debemos comenzar haciendo una evaluación inicial para ser conscientes de qué conocimientos previos presentan nuestros alumnos por lo que lo primero que haré serán preguntas concretas sobre la actividad, por ejemplo, en qué creen que consiste, qué actividades implica, cuál creen que es el fin de la misma, si cambiarían o no algo, si les parece buena idea realizarlo… Todo ello irá encadenado, teniendo sentido la pregunta que procede a la anterior. Así iremos introduciéndolos poco a poco por donde nos interese según sus respuestas de evaluación inicial.

A partir de este primer momento, toca motivarlos. Este aspecto me encanta en la educación. Y más actualmente cuando los niños tienen todo en el momento que quieren. Por eso mismo, lo considero un reto. 
Les escribiré en la pizarra las palabras CREATIVIDAD Y DISFRUTAR, así, en mayúsculas. Quiero hacerles ver que en esta actividad deben dejar su esencia, hacer cada palabra que se les atranque suya para así fomentar un aprendizaje significativo. Además, les dejaré remarcada la importancia de disfrutar el proceso de elaboración de su abedibujario. Es algo lúdico, para aprender jugando. En el momento que estén cansados o agobiados con la ortografía, les aconsejaré que dejen a un lado el abedibujario y lo retomen cuando hayan repuesto sus pilas y vengan cargados de ganas de hacer un abedibujario especial.

Para que vean lo diferentes y originales que pueden ser, les mostraré estos ejemplos. Incluso en la pizarra podríamos hacer entre todos uno sobre la marcha para ver qué ideas tienen así en un primer momento y sean conscientes de lo que pueden crear.






Finalmente, les daré tiempo para que de forma autónoma realicen la tarea. Nosotros, como siempre, seremos meros guías y acudiremos a su ayuda cuando la soliciten o nos percatemos de que están estancados. Necesitamos que ellos mismos adquieran un hábito de trabajo autónomo y fomenten la concentración. Pueden, por supuesto, ir comentándolo con sus compañeros y compartiendo ideas por si les van surgiendo nuevas a partir de otras realizadas.


EVALUACIÓN

La evaluación se realizará de forma breve y proporcionando las anotaciones y mejoras necesarias que consideremos para que nuestro alumno aprenda y disfrute de la realización de su abedibujario mediante la técnica del boli rojo y boli verde. 
Ademas, creo oportuno también preguntarle de vez en cuando, no solo en la evaluación, si le está gustando, por qué ha decidido realizar ese dibujo en esa letra… Así como fijarnos si están estancados para aconsejarlos.
Lo que es esencial en la evaluación es que de manera grupal, pongamos en común esas preguntas y que los niños compartan estrategias. Seguramente en este momento aprendan más que durante el proceso de realización. 
Por nuestra parte, como maestros,  debemos cerciorarnos de si los objetivos se han cumplido al finalizar la actividad para ver si son necesarios algunos cambios o está bien planteada como la planeamos.


SEMÁNTICA

Escoger qué actividad de semántica llevaría a cabo me ha costado algo más que la elección de la de ortografía. Tengo que decir que, durante el desarrollo de este bloque disfruté como una niña (en parte lo soy y seguiré siendo toda mi vida), los juegos que realizamos. En concreto el de adivinar una palabra diciendo sí o no, ¡¡me encantó!! Y ser la que tenía que adivinar me gustó más todavía. Si a mí, con casi 23 años cumplidos me supuso esas sensaciones, no puedo ni imaginarme lo que puede suponer para un niño de primaria.
Tras varias vueltas sobre cuál elegir, me he decantado por la de las constelaciones. Durante la lectura del primer bloque esta me llamó especialmente la atención por todo lo que engloba una actividad tan simple. Además, nuestra profesora nos contó que ella, que lo había puesto en práctica, había sido consciente de creaciones realmente impresionantes.
Esta actividad consiste como bien nos explica el apartado 4.6 de la teoría en, de manera cooperativa de gran grupo o pequeños grupos, a partir de una palabra denominada vocablo generador, desencadenar mediante los cinco mecanismos lingüísticos aquellas palabras que dichas motivaciones nos susciten. Una vez finalizada la constelación, los alumnos deben elegir entre cinco o seis palabras pertenecientes al vocabulario pasivo y potencial.
Por último, se realiza el comentario lingüístico. Ahora es el momento de los maestros. Debemos comentar las pequeñas observaciones gramaticales, semánticas u ortográficas al juego léxico de las constelaciones trabajadas.

Esta actividad me gustaría realizarla para el curso de 3º de primaria puesto que considero que están en un desarrollo evolutivo idóneo donde son esponjas y no paran de conocer palabras y términos nuevos. Están tan expuestos a ellos que probablemente no sepan el significado de la mayoría por lo que un juego así, basado en aprendizaje relacional, puede hacérselas conocer por su contexto, hecho fundamental que deben interiorizar hoy en día.

PREPARACIÓN

Al igual que en la actividad  de ortografía, nos encontramos con el planteamiento de objetivos específicos, preparación del material y pensar cuál es la mejor forma de llevarla a cabo. 

1.     Objetivos específicos 

·     Desarrollar un aprendizaje basado en la relación de conceptos.
·     Propiciar la indagación de nuevos vocablos.
·     Trabajar con el vocabulario pasivo.

2.     Materiales

·     Bolígrafos.
·     Papel.
·     Colores para posterior agrupación.
·     Pizarra.
·     Tizas.
·     Cartulinas.

3.     Cómo llevarla a cabo 


La actividad se realizará en gran grupo atendiendo siempre desde el respeto y la cooperación. Por eso mismo, antes de comenzar se explicará el juego y se establecerán las normas y pautas para desarrollarla. Los niños deben saber que para que el juego funcione todos debemos poner de nuestra parte y contribuir a generar un ambiente lúdico y didáctico en el aula. Una vez presentado el juego y establecidas unas normas básicas, se dará paso a la realización de la actividad. 
Realizaremos también una evaluación inicial relacionada con la actividad que vamos a proceder, con preguntas del estilo a… ¿A qué os recuerda la palabra “MAR”? ¿Por qué?


PUESTA EN PRÁCTICA 

En clase habrá un buzón de “palabras llamativas”. En él, cada alumno deberá introducir un papel con alguna palabra que le haya llamado la atención durante ese periodo de tiempo. Así, cuando queramos realizar la actividad de las constelaciones, sacaremos un papel del buzón y esa será el vocablo generador. A partir de ahí, les dejaré 2 minutos cronometrados para que escriban todas las palabras que les suscite la mencionada previamente. Una vez acabados los dos minutos, iremos por turnos diciendo las palabras en voz alta y apuntándolas en la pizarra. Debemos estar muy atentos porque, si se repiten, tendremos que tacharla de nuestra lista y utilizar otra de las pensadas anteriormente. 
Una vez tengamos nuestra red de constelación hecha, cogeremos las tizas de colores para seleccionar aquellas que consideremos de vocabulario pasivo y potencial. Lo harán los alumnos, teniendo en cuenta cuáles han sido las que se repitieron más para descartarlas y cuáles les resultan más inusuales. Esas palabras se colocarán en el corcho de clase en una cartulina que ponga vocabulario pasivo y potencial. Cada nueva clase se hará un recordatorio de las aprendidas en la última sesión de juego.

Finalmente, como maestra, intentaré realizar de la forma más precisa posible los comentarios y observaciones pertinentes al desarrollo de la actividad. Además, preguntaré si existen dudas o si quieren saber algo en concreto que les pueda generar controversias. Debemos prestar especial atención en este momento para que los niños no se queden con dudas, es una edad en la que adquieren todo tipo de conocimiento por lo que tenemos que evitar por todos los medios las concepciones erróneas.


EVALUACIÓN

Al igual que la actividad de la ortografía, no podemos realizar una evaluación basada en rúbricas individualizadas. Con mayor razón en esta actividad que se realiza en gran grupo. Debemos atender a aspectos básicos como el respeto a las normas explicadas previamente y a la participación.
Tendré también en cuenta si los objetivos planteados previamente se han cumplido o no.
Al finalizarla, además, veo conveniente realizar un diálogo en gran grupo donde comentemos estrategias y porqués de llevar y encaminar la actividad como se ha encaminado. En una edad tan temprana y donde experimentan tantos cambios, darles la responsabilidad de enseñarnos cómo lo han hecho solo nos provocará beneficios. A nosotros maestros porque seguramente nos enseñen más de lo que creemos y, a sus compañeros, para adquirir una técnica que le pueda servir en una actividad futura. 

CONCLUSIÓN

Realizar esta actividad ha sido muy interesante. Por un lado, he descubierto terminologías concretas que tenía asimiladas erróneamente. Por otro, el hecho de introducir estos aspectos de manera lúdica ha sido algo novedoso y que me ha atrapado de lleno. Siendo sincera, los profesores que tuve durante mi etapa escolar no propiciaron ni se quisieron hacer partícipes en fomentar el gusto por su asignatura para los alumnos. Era todo rutinario y dinámico. Este bloque me ha hecho descubrir que, para mi sorpresa, sí que me gusta la didáctica de la lengua. Nuevas formas de enseñanza y nuevos planteamientos son capaces de eliminar tus ideas preconcebidas y adquirir nuevas que te rompan los esquemas. Qué orgullosa me siento de sentirme así porque mis alumnos van a ser unos afortunados con estos planteamientos de actividades. Ahora solo queda, espero que no muy tarde, ¡¡ponerlas en marcha!!

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFIA

  • Gesell, A., Ilg, F. L., Bates, L. Bullis, G. E. (1977) El niño de 6 a 10 años. (Edición revisada). España: Paidós.
  • Gesell, A., Ilg, F. L., Bates, L. Bullis, G. E. (1977) El niño de 10 a 16 años. (Edición revisada). España: Paidós.
  • Labajo, M. T. (n.d). Apuntes de didáctica de la lengua española, [en línea]. Centro Universitario La Salle. Disponible en: https://online.lasallecampus.es

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