martes, 9 de enero de 2018

"Creer y crear. Una sola letra de distancia..."



La literatura es una herramienta mágica que nos hace volar sin necesidad de salir de nuestro propio dormitorio. Actualmente, debido a las nuevas tecnologías y a la gran cantidad de estímulos que nos exponemos cada vez que salimos a la calle, esta parte parece olvidada. Como futuros maestros, nuestra labor de seguir apostando por la literatura es fundamental. No solo como una actividad que está incluida en el currículo de primaria y hay que trabajarla por obligación, sino como un factor de nuestra etapa que nos hace disfrutar.
Debemos hacer que los niños se sientan atraídos por crear, por indagar qué genero concuerda más con ellos y darles la confianza de que todo vale siempre y cuando se trate de crear. Deben creer en ellos mismos como personas capaces de hacer literatura. Como bien dice Albert Espinosa, creer y crear están solo a una letra de distancia…
En un primer momento, tuve una lluvia de ideas las cuales me impedían decidirme sobre cómo realizar los textos y para qué edades. Tenía demasiadas cosas en mi cabeza sin ningún tipo de estructura coherente. Poco a poco, con acontecimientos que he ido experimentando en el último periodo de las prácticas, todo parecía aclararse por sí solo. Como bien me han dicho más de una vez, hay veces que hay dejar que todo fluya y nada influya. En momentos de creación no hay que forzarse, hay que dejarse llevar. Este hecho es fundamental trasmitírselo a nuestros futuros alumnos.

Los tres géneros literarios me han hecho dudar y cambiar de opinión sobre cómo crear los tres textos breves. Sin embargo, una vez empiezas a interrelacionar tu borrador y a conectar ideas que pensabas totalmente inconexas, algo se activa. Entonces llega la emoción. El entusiasmo por crear y ver que estás avanzando en lo que creías algo bastante complicado. Ahora es cuando comienzas a pensar… ¿Y si a este argumento le sumo este otro? No, espera. ¿Y por qué no lo cambio? Ya lo tengo. Todo lo anterior mejor lo dejo apartado y me centro en esta línea argumentativa. Y así, sucesivamente.
Desde mi perspectiva, experimentar este proceso es fantástico. No somos conscientes de lo que podemos crear hasta que nos ponemos a ello. Por este motivo, ¿a qué estamos esperando para darle a los niños esas ganas de crear y creer en ellos mismos?



Para la creación en prosa me he decantado por la técnica de “yo soy”. ¿Quién no ha pensado alguna vez cuando era pequeño que cuando nadie observaba a algunos objetos de la casa estos cobraban vida propia? Yo era muy propensa a ello. Para mí era divertido cuando la nevera hacia ruido y mi padre decía que eran los gases. O cuando me decía que el capó de cada coche era la cara de su propietario. Leer esta actividad me ha recordado lo ingenua que yo era junto a lo creativo y divertido que siempre ha sido mi padre. Por eso mismo, sé que introducirme en esta técnica va a significar exprimirme al máximo. Al fin y al cabo, ese es el objetivo principal a la hora de crear, dar todo de nuestras capacidades.


PROSA: “YO SOY…”: Convertirse en un objeto doméstico y personalizarlo, en primera persona, describiéndolo y contando su vida, sus sentimientos...

Para este breve texto me he decantado por niños de 8 – 9 años, 3º de primaria, puesto que me parece una edad especialmente atractiva a la hora de tratar de humanizar un objeto.
En estas edades, los niños, como hemos visto anteriormente en el blog, comienzan a pensar de manera autónoma pero necesitan un guía. Comienzan a ser más conscientes y a tener impulsos de querer actuar por sí mismos. Sin embargo, en determinadas ocasiones sienten demasiada responsabilidad y no son capaces de gestionar esas emociones. Por otro lado, son conscientes de los actos que realizan y están adquiriendo el sentido de la responsabilidad. Se sienten protagonistas.
Por eso mismo, considero que esta estrategia durante este momento evolutivo puede proporcionarnos de los niños unos resultados creativos e ingeniosos. El texto que yo les enseñaría como modelo para que sepan cómo realizar la actividad, sería el siguiente:


“La escoba Carola”

Mi nombre es Carola. Vivo en un cuartito muy estrecho pero acogedor. No tenemos luz porque realmente no la necesitamos. Os digo tenemos puesto que no vivo sola como habéis podido deducir. Comparto cuartito con diferentes amigos. El primero, mi hermano Teo el recogedor. También están Lola la fregona junto a su marido Néstor el cubo y, por último, la señora María Lejía. Ella dice que está ya muy mayor y pronto finalizará su corta vida. Según nos ha contado, las lejías no viven más de un par de meses, con suerte. Todo depende de las circunstancias del lugar en el que hayan sido adoptadas.
Os preguntaréis cómo unos hermanos como Teo y yo hemos llegado hasta aquí…
Fuimos engendrados en una tienda de producción llamada Escobas Artesanas S.L, en Alicante. Posteriormente, nos llevaron a una tienda la cual no pude ver el nombre para ver quién se decidía en adoptarnos y hacer uso de nuestras funciones.
Hemos esperado el día con impaciencia puesto que veíamos cómo todos iban llegando y yéndose mientras que nadie se fijaba en nosotros. Sin embargo, un día una niña pequeña con el pelo naranja, al ver que la decoración de mis extremidades era naranja también, no paró de exigirle a su madre que yo debía ser la escoba oficial de la casa junto a mi hermano Teo, quien tenía también sus extremidades naranjas. Y así fue. Qué poder de convicción tuvo la niña para que por fin encontrásemos un hogar.
El momento en el que Teo y yo llegamos de aquella tienda tan luminosa al cuartito oscuro, nos provocó cierto sentimiento de melancolía. Cuando estás en la tienda esperando a que alguien te adopte, sueñas con construir tu vida en una casa maravillosa en la que te sientas la escoba más útil del mundo. Aun así, me quedé con lo bueno. Fui adoptada con mi hermano Teo porque nos crearon juntos. He sido consciente de cómo algunos hermanos que fueron creados juntos los separaron nada más llegar a la tienda. No quiero ni pensar el vacío que debe significar separarte de tu hermano…
La acogida fue sensacional. Nuestros compañeros de cuartito nos pusieron al día y nos contaron quién vivía en aquella casa y cómo se repartían las tareas. Eran tres. Cristina, la hija, junto a sus padres Manolo y Margarita. Tenían organizada las labores del hogar de tal manera que a Cristina le tocaba casi siempre hacer uso de mi hermano y de mí.

La primera vez que nos utilizó fue divertidísimo. No sé si Cristina había utilizado una como yo anteriormente pero no parecía tener mucha idea de lo que hacía. A mí, con su cambio de posición de manos no paraba de provocarme cosquillas y, mi hermano al ver cómo intentaba mantenerme seria y ejercer mi trabajo, soltaba de vez en cuando un crujido de carcajada que estremecía a Cristina. Ella no paraba de decirle a sus padres que estaba segura de que Teo y yo sentíamos y teníamos vida propia. Nunca la tomaron en serio, pero ella de forma inesperada estableció una conexión especial con nosotros. Nos trataba con delicadeza y expresaba su cariño hacia nosotros por cómo nos cuidaba. Nos hacía sentir especiales, únicos por la forma en la que nos utilizaba. A Teo lo manejaba con tal soltura que ya era capaz de usarnos a los dos conjuntamente. No como al principio que dejaba a Teo apartado hasta el final cuando terminaba de barrer por partes. Ella nos apodó “escobi y recoge naranja” siempre juntos. Sabía que el uno sin el otro no podíamos estar. Así pasaron los días hasta que de repente, Cristina dejó de utilizarnos durante dos días seguidos. La oscuridad nos estaba consumiendo a Teo y a mí puesto que solo disfrutábamos de la luz ese pequeño instante en el que Manolo o Margarita necesitaban a María lejía, Néstor el cubo o a Lola la fregona. Fue después de cuatro días cuando se abrió la puerta del cuartito y alguien me agarró. Me agarró solo a mí sin Teo y, esa mano no era tan delicada como la de Cristina, era otra mano.

Como se puede ver, el final es totalmente abierto. Es algo que me encantaría transmitir a mi alumnado en un futuro. La intriga ayuda a incentivar la motivación, no la dejéis nunca apartada a la hora de hablar de literatura.




VERSO

Para la creación en verso, de todas las estrategias experimentadas en clase y las explicadas en el bloque 5, me he decido por realizar una creación mediante una técnica de Rodari llamada “Limerick”. Ha sido así puesto que en el periodo de prácticas ya pude experimentar la utilización de creación de poesía mediante letanías junto a su posterior creación de un libro donde escribieron la poesía en un libro hecho con bayetas. Tengo que dejar constancia de que fue todo un éxito y los niños me sorprendieron gratamente con su capacidad para crear poesía. Con lo poco que la habían trabajado anteriormente, aparecieron creaciones realmente poéticas para su edad. Hablo de niños de 3º de primaria, es decir, 8 – 9 años.

Esta técnica la utilizaría en alumnos de 10 – 11 años, es decir 5º de primaria. La poesía junto al teatro son dos aspectos que se apartan en la literatura. Error. Estas herramientas potencian al alumnado de una forma espectacular. Descubrimos cómo alumnos que no son capaces de expresar sus sentimientos abiertamente, pueden hacerlo mediante la poesía y soltarse de manera natural y autónoma. Al realizar la actividad que comenté previamente me llevé diversas sorpresas con alumnos que consideraba bastante tímidos ya que sus creaciones eran emoción pura.
Por eso mismo creo que con 10 – 11 años, edad en la que los alumnos comienzan a sentirse más mayores y creen que gozan de total autonomía, es una edad bastante interesante en la que realizar esta técnica. Además, es un momento clave para trabajar cómo expresar emociones y sentimientos puesto que los niños son más conscientes del entorno que les rodea y se paran a pensar qué sienten, cómo lo sienten y deciden mirar en su interior. Por eso mismo, utilizar esta técnica puede abrirles las puertas para aquellos que temen a la poesía y no sepan cómo comenzar.

Otro hecho a tener en cuenta es que hay que mostrar a los niños que no hay necesidad de rima. Actualmente, en el contexto que vivimos, la poesía no es protagonista por la rima sino por la función poética que ejercen los escritores que la practican. Hay que enseñarles las diferentes formas de crear poesía.
Tras darle diversas vueltas, escribir y reescribir, el resultado ha sido algo que me movió por dentro cuando era una niña. Aun así, comenzaría ayudando a los niños con un poema en el que sus versos no rimen del todo para impulsarlos a perder el miedo y lanzarse a crear sus poesías. Posteriormente les enseñaría algunos con rima, que vean el verso en diferentes formas y se atrevan con todo. 

VERSO: “LIMERICK”: Poema de cinco versos en el que cada uno de ellos responde a una sencilla cuestión:

1 ¿Quién?
2 ¿Qué hacía?
3 – 4 ¿Qué pasó?
5 ¿A quién?



A continuación, los poemas que usaría de ejemplo:

“Un ratón peculiar”:
“Un raton de alcantarilla
pasaba los días en un sofá
la dueña de la casa lo encontró
se asustó y empezó a gritar
aquel ratón de repente desapareció”.


“Una alumna de Burgos”:
“Una vez una alumna de Burgos
quiso dar una lección jugando al futbol.
Aunque los niños decían que no podía ser igual,
ella les dio una paliza espectacular
a aquellos niños se les acabó el juzgar”.



Hay otra técnica que me ha llamado la atención y me gustaría usar en esta edad, ya que los niños pueden realizar creaciones interesantes a la par que cómicas. Creo que esta técnica puede dar unas creaciones increíbles en esta edad. La poesía se acercaría un poco más a ellos de una forma divertida. Por eso mismo me he decidido por hacer otros ejemplos y abrirle paso a otras formas de crear en verso. Debemos abrirles la mente en multitud de aspectos pero, en cuanto la poesía, tenemos que hacer hincapié para que creen y no tengan una idea errónea de la misma.

POEMAS CARPETA: Poemillas breves, más o menos amorosos, más o menos sentenciosos.

“El que no come chocolate
porque dice que engorda
tiene miedo de vivir
la vida de otra forma”.

“El que dice que no cree en el amor
y no expresa sentimiento,
necesita una persona
que lo guíe en todo momento”.

“El que busca el momento perfecto
pierde el tiempo,
pues la vida nunca será a tu manera
y mientras tú, desesperas”.


DRAMA

El género teatral está completamente ausente en la actualidad por lo que he podido experimentar hasta hoy día. Tuve la suerte de vivir cómo este género solo trae aspectos maravillosos a quien lo practica puesto que en 2º de bachillerato en mi colegio es tradición que los alumnos que dejan el colegio ese año, organicen un teatro y lo hagan a final de curso. Los ensayos, las puestas en escena, los momentos de preparar el decorado… Todo une y descubres cómo personas que no habías cruzado palabra con ellos son similares a tu personalidad. Y no te arrepientes de haberla conocido tarde, no. Das gracias porque esa herramienta del teatro te haya hecho descubrirla.

Me gustaría basar este género en el segundo curso de primaria, 7 – 8 años puesto que los niños pueden sorprendernos y les encanta ser el centro de atención. El egocentrismo en estas edades está en su punto más álgido. Además, el hecho de tener un guión los ayuda a sentirse orientados, hecho fundamental en esta etapa evolutiva de los niños.
Al ser para segundo de primaria no puede ser muy extenso puesto que debe ser claro, concreto y conciso para su entendimiento.
He pensado en la técnica de las 6 preguntas para llevar a cabo esta actividad. Los alumnos se dividirán por grupos y con ayuda de la maestra elaborarán las respuestas a las preguntas de esta técnica por turnos, relacionadas con la estructura básica de la narración, y crearan su pequeña obra. Las preguntas estarán relacionadas con el lugar, tiempo, protagonista, nudo y desenlace. El hecho de que ellos mismos creen la historia con los personajes es lo que hará más fácil la puesta en escena y la atracción por la dramatización al alumnado. Es una técnica muy útil y orientativa para esta edad.
Las preguntas son:

1 ¿Quién?
2 ¿Dónde?
3 ¿Qué hacía?
4 ¿Qué dijo?
5 ¿Qué le decían?
6 ¿Cómo terminó?

Un ejemplo podría ser:
1 Lola la niña con poderes mágicos.
2 En la ciudad de Málaga.
3 Lola quería salvar a todos los animales abandonados de la ciudad.
4 Dijo que usaría sus poderes para crear el mayor refugio de animales del mundo en la ciudad de Málaga.
5 El resto de amigos le decían que no era posible y sus poderes no existían.
6 Lola consiguió su refugio.

Tendríamos gracias a la técnica empleada entonces como protagonistas a Lola, a sus padres Jose y Carmen, el grupo de ciudadanos de Málaga, el grupo de amigos y el grupo de animales abandonados. Agruparíamos a los niños en ciudadanos malagueños, amigos, animales abandonados y asignaríamos un papel principal a Lola, Jose y Carmen.

Y la creación dramática, por lo tanto, podría ser algo así…

LOLA: Me llamo Lola y vivo en Málaga. Tengo 7 años y me encantan los animales. Mis padres se llaman Jose y Carmen, os los presento.
JOSE: Hola, yo soy Jose, el papá de Lola.
CARMEN: Y yo Carmen, la mamá de Lola.
(Los padres se van y se queda en el escenario Lola)
LOLA: También tengo muchos amigos.
(Sale al escenario grupo de amigos)
AMIGOS: Hola, somos los amigos de Lola. Nos conocemos del cole.
LOLA: Así es. Y a ellos también les encantan los animales.
AMIGOS: ¡Sí!
LOLA: Necesito vuestra ayuda (mirando a los amigos). No paro de ver animales abandonados y quiero salvarlos.
AMIGOS: ¡Eso es imposible!
LOLA: No lo es, usaré mis poderes.
AMIGOS: Lola, tú no tienes poderes. No mientas.
(Los amigos salen del escenario dejando a Lola sola).
LOLA: Me da igual que no me crean, usaré el conjuro que me enseñó mi abuela: “Pichi - pichi - pales, quiero un mundo donde salvar animales”.
(Se apagan las luces y se queda el escenario vacío un minuto. Se encienden posteriormente y aparece Lola junto a sus padres a continuación).
JOSE: ¡Qué buen día hace, parece que he dormido diez años!
CARMEN: Yo siento lo mismo. Mira Lola, parece que pasa algo allí al lado del parque.
(Se acercan a la ventana del escenario).
LOLA: Es el nuevo refugio mamá, para animales abandonados. Lo he creado yo con el conjuro de la abuela.
CARMEN: ¡Lola! Dijimos que eso de los poderes debía ser secreto.
LOLA: Y lo es mamá, nadie encuentra explicación pero ahí está. Y mira qué felices los animales de la calle entrando a su nuevo hogar.
(Los tres miran a la ventana con cara de sorpresa)
JOSE: ¡Es cierto! ¡Cuántos animales y cuánta gente, vamos a verlo!
(Se apagan las luces y aparecen en el escenario el fondo de un edificio que imita al refugio, los ciudadanos en un grupo, amigos en otro, animales y Lola junto a sus padres)
CIUDADANOS GRUPO 1: ¡Es impresionante!
CIUDADANOS GRUPO 2: Ha aparecido de la nada
CIUDADANOS GRUPO 3: ¡Ahora viene la televisión para sacarlo en las noticias!
LOLA: Tranquila mamá, será nuestro secreto.
AMIGOS: ¡¡Lola, enhorabuena!!
CARMEN Y JOSE: ¿Por qué dicen eso, Lola?
LOLA: No lo sé mamá, no tengo ni la más remota idea de a qué se refiere esa enhorabuena.
(Lola se pone las manos en la boca imitando esconder su risa. Los padres sonríen a la vez).


FIN.

Realizar esta obra sin duda alguna ha sido la tarea más compleja puesto que en diversas ocasiones he dudado si era apropiado para esa edad o debía bajar el nivel. Pensándolo detenidamente me he dejado llevar por mi sentimiento experimentado en las prácticas: los niños son capaces de mucho más de lo que pensamos. Desde un principio acortamos o limitamos alguna actividad por miedo a que no estén a la altura. Dejemos el nivel como creamos apropiado desde un principio e incentivemos la motivación de nuestros alumnos para que quieran aspirar a más y sentirse capaces de conseguir todo lo que se propongan. Y nosotros mismos, futuros maestros, confiemos más en el potencial de nuestro alumnado ya que es mejor modificar algo que dejar establecido un límite sin intentar alcanzar más niveles que provoquen un desarrollo en nuestros alumnos.


POESIA EN FORMATO LIBRO

Tras investigar sobre cómo realizar un pequeño libro, experimentar en las prácticas con las bayetas y dejar espacio en mi mente para relacionar todas las ideas que se me iban ocurriendo al ver distintos materiales que consideraba útiles para reutilizar, me decanté por mezclar varias de ellas.

El libro acordeón visualizado en la página recomendada en la guía de trabajo para la actividad fue el que más me gustó desde un principio. Me pareció original, sencillo para cualquier edad y atractivo a la vista.


A continuación, decidí hacer uso de unos rollos de papel higiénico que estaban en mi casa para reciclar. Para hacerlo más atractivo pensé en la utilización de colores. Me decanté por dos de mis favoritos. El verde, por supuesto, y un amarillo anaranjado que desde mi perspectiva transmite fuerza al poema. Los rollos de papel están forrados de verde y hacen de soporte para el pequeño libro – acordeón por lo que estará uno colocado en el principio y el otro al final.
Para este formato he querido utilizar el poema de “La niña de Burgos” debido a que me gustaba mucho la técnica utilizada y podía, en cada folio que formaba mi libro – acordeón, escribir un verso. Además, he plasmado jugando con los tamaños de las caricaturas y diferentes formas de líneas los sentimientos que a mí, personalmente, me evoca leer ese poema. Para mí este pequeño texto es especial ya que es resultado de situaciones que he experimentado más de una vez en mi vida. Con él, quiero intentar dejar a un lado los estereotipos e inculcar a los alumnos desde pequeños que todos somos iguales. El resultado de mi libro acordeón, ha sido este:












Sin embargo, después de la clase de creación literaria enfocada a cómo fabricar libros a partir de materiales asequibles y/o reciclados, sentí la necesidad de realizar otro formato y mejorar aspectos que había dejado pasar en el primer intento.
Por un lado, la falta de un título y el nombre de la autora. Debemos enseñarles a los niños que hay que dejar reflejado su nombre en cualquier creación literaria. Siempre dejamos a un lado la importancia de los autores, este momento es una buena ocasión para recordárselo. Además, vi que en cuanto a manejabilidad el formato elegido anteriormente no era muy útil. Los rollos de papel dificultan transportarlo y la cómoda lectura. Finalmente, haciendo mezcla de detalles que me gustaron especialmente, el resultado ha sido el siguiente:





















CONCLUSIÓN

Realizar este trabajo ha sido un proceso muy intenso. En primer lugar, decidir qué técnica utilizar. No solo basándote en tus gustos personales, que siendo sincera ha sido el motor principal, fijándote también en aquella que pueda dar juego a determinada edad y el resultado sea el más productivo.
Ha sido un proceso intenso puesto que crear no es fácil. Requiere tiempo, dedicación, momentos de saturación, de inspiración… Y todos ellos mezclados porque no esperes que después de un día de saturación va a llegar la inspiración porque en teoría es lo que toca, no. Llega cuando menos te lo esperas, no hay que forzarlo. Y esto, es fundamental expresárselo a los niños. No debemos nunca obligarles a hacer una redacción con unas pautas y fijar una fecha determinada. En ese caso, tendremos como resultado un gran número de textos bastante similares. Debemos dejarles experimentar, puerta abierta a crear, enseñarles las herramientas y plantear un trabajo a largo plazo para que ellos vayan haciéndolo cuando sientan la necesidad de escribir. Que realicen la actividad con gusto, no como un deber obligatorio. Así podremos acabar con ese odio y esas fobias a crear literatura. Así podremos incentivar el gusto por leer para querer tener nuevas ideas, la atracción por lo desconocido, indagar… Sé que me reitero mucho en este último aspecto, pero es algo indispensable. Una actitud indagadora. Y que nuestros alumnos creen por placer. Y sientan, y se emocionen. Sólo así tendremos creaciones que merezcan la pena ya que, sin emoción, nunca conseguiremos un aprendizaje significativo.


BIBLIOGRAFÍA:

  • Gesell, A., Ilg, F. L., Bates, L. Bullis, G. E. (1977). El niño de 5 a 10 años. (Edición revisada). España: Paidós.
  • Gesell, A., Ilg, F. L., Bates, L. (1977). El niño de 10 a 16 años. (Edición revisada). España: Paidós. 
  • Labajo, M. T. (n.d). Apuntes de literatura española, literatura infantil y educación literaria, [en línea]. Centro Universitario La Salle. Disponible en: https://online.lasallecampus.es
  • Rodari, G (1983). Gramática de la fantasía. (1ª edición). España: Argos Vergara, S.A.



4 comentarios:

  1. Hola Rocío.

    Estas haciendo un trabajo espectacular, en el tiempo que llevo leyendo tu blog he percibido tu motivación que sirve de ejemplo para todos, en especial para tus alumnos.

    Como ejemplo de ello, nos dejas esta gran actividad. Te comento a mi entender el único aspecto con el que tener cuidado, cuando hagas creaciones en verso en las que no sea necesaria la rima. Ya que no añades sentido rimando a una obra que de por sí es buena. Además como ejemplo a los alumnos, si todas las creaciones en verso riman pueden llevarles a la necesidad de que sus creaciones también lo hagan.

    El resto del trabajo es increíble, has elaborado dos libros porque al primero le habías visto ya alguna pega, eso dice mucho de tu trabajo. La adecuación de las edades esta bien ejecutada. La creación en prosa es encantadora, me ha llevado a pensar que verdaderamente la escoba tiene sentimientos. Gracias por compartir una labor tan bien ejecutada.

    Enhorabuena por tu trabajo.

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  2. Gracias por leerte mi entrada y por estos consejos Ale(s) :)) ¡Los tengo en cuenta!

    Un saludo.

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